Hoy voy a hablaros de un guerrero apuesto,
el mejor de entre los héroes y poetas:
Bjorn, consumado chupador de tetas
y bebedor siempre en el primer puesto.
Muchas de sus hazañas son contadas;
¡a sablazos derrotó a cien mil fieras
de firmes y redondeadas posaderas,
todas ellas en distintas posadas!
¿Y sabéis por qué su saga es famosa?
Lo diré con la certeza más seria:
¡confundió a su mujer con una osa!
Y así acaba, amigos, esta historia
de Bjorn y su existencia, lujuriosa
hasta donde recuerda mi memoria.
—¿Vanargand Lobogrís?
O bien tengo una admiradora que me tiene en muy alta estima (y que es muy diestra con la pluma, todo hay que decirlo), o bien compuse este soneto tras una noche de celebración particularmente borrosa que no sé si quiero que regrese a mi memoria.
Me inclino por esto último. «Las eróticas aventuras de Bjorn el Oso» son un diamante en bruto. Quizá escriba una segunda entrega si mi audiencia las aclama.
el mejor de entre los héroes y poetas:
Bjorn, consumado chupador de tetas
y bebedor siempre en el primer puesto.
Muchas de sus hazañas son contadas;
¡a sablazos derrotó a cien mil fieras
de firmes y redondeadas posaderas,
todas ellas en distintas posadas!
¿Y sabéis por qué su saga es famosa?
Lo diré con la certeza más seria:
¡confundió a su mujer con una osa!
Y así acaba, amigos, esta historia
de Bjorn y su existencia, lujuriosa
hasta donde recuerda mi memoria.
—¿Vanargand Lobogrís?
O bien tengo una admiradora que me tiene en muy alta estima (y que es muy diestra con la pluma, todo hay que decirlo), o bien compuse este soneto tras una noche de celebración particularmente borrosa que no sé si quiero que regrese a mi memoria.
Me inclino por esto último. «Las eróticas aventuras de Bjorn el Oso» son un diamante en bruto. Quizá escriba una segunda entrega si mi audiencia las aclama.
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